De los tres hijos que tuvo Michael Jackson, el menor, Blanket, de 22 años, es quizás el más discreto y menos conocido hoy por el público. No lo fue en el momento de su nacimiento, ya que Blanket fue ese bebé que su padre casi tira por un balcón cuando quiso presentarlo ante un grupo de fotógrafos en un hotel en Berlín. Ahora, Blanket vuelve a ser noticia por haber presentado una serie de documentos, a los que han tenido acceso diversos medios estadounidenses, en los que pide a un tribunal que su abuela Katherine Jackson, de 93 años, que en su momento fue nombrada tutora tanto de él como de sus hermanos mayores, Prince y Paris, deje de gastar fondos del patrimonio del cantante en una prolongada batalla legal que mantiene con los albaceas.

Esta última acción judicial parece abrir una nueva brecha en la familia Jackson, ya que Blanket y Katherine habían trabajado conjuntamente para evitar que los albaceas llevasen a cabo una transacción comercial a la que tanto el hijo como la madre del cantante estaban en contra. Los documentos no especifican cuál es exactamente esta transacción, pero, según medios estadounidenses, estaría relacionada con el acuerdo al que se llegó entre los albaceas y el sello musical Sony/ATV. En 1985, y en la cima de su éxito, Michael Jackson, había comprado una enorme participación en la empresa, el 50% de la compañía, lo que le convertía en dueño de un catálogo que contaba con el copyright de las canciones de bandas como los Beatles. En febrero de 2024, Sony Music compró la mitad del catálogo editorial y de grabaciones del cantante Michael Jacksonpor más de 550 millones de euros, según informó el medio Billboard.

En estos nuevos documentos, Blanket explica que su abuela y él presentaron argumentos en los que se oponían a dicho acuerdo, pero finalmente un tribunal falló en su contra. Para el hijo menor del artista, esto ponía punto y final a esta cuestión legal, pero Katherine decidió, por su parte, apelar este fallo. Es aquí cuando Blanket decide parar, puesto que no considera que esta apelación vaya a tener un resultado satisfactorio para ellos, pero, sobre todo, quiere impedir que su abuela siga gastando fondos del patrimonio de su padre en costosas facturas legales. El equipo legal del joven ha solicitado al tribunal que “use su mejor criterio” para que se le reembolsen a Katherine los “honorarios razonables de abogado” que acumuló antes de apelar el fallo del tribunal.

Desde el súbito fallecimiento del cantante en el año 2009, a los 50 años, el abogado John Branca y el ejecutivo discográfico John McClain son los gestores de su patrimonio. Según el testamento que hizo el músico en 2002, el patrimonio canaliza dinero a un fondo del que es beneficiaria Katherine Jackson, los tres hijos del artista y organizaciones caritativas para niños. En 2022, antes de producirse la enorme venta del catálogo de Michael Jackson a Sony, sus albaceas buscaron aprobación judicial para llevar a cabo esta medida, lo que llevó a Katherine a presentar documentos objetando la posible venta. Branca y McClain argumentaron ante el tribunal que Katherine tenía un largo historial oponiéndose a transacciones comerciales que serían rentables para el patrimonio, y también que era el momento más indicado para realizar esta venta, ya que obtendrían una enorme suma por ella.

Por su parte, Blanket, Prince y Paris han querido llevar este asunto con la máxima discreción. Paris, de 25 años, comunicó el pasado mes de junio, a través de su equipo legal, que quería “mantener de manera confidencial su posición en este asunto” citando “una variedad de razones familiares intrapersonales”.