La cantante pop Françoise Hardy, icono de la música francesa en la década de los sesenta, ha muerto este martes en París a los 80 años, según ha informado su hijo Thomas Dutronc, en redes sociales.

La también modelo y actriz tuvo su primer éxito, ‘Tous les garçons et les filles’, en 1962, alcanzando una gran popularidad internacional. Al año siguiente pariticipó en el Festival de Eurovisión representando a Mónaco, con ‘L’amour s’en va’, logrando la quinta posición.

Además de cantar en francés, también lo hizo en inglés, italiano, alemán y español.

Su carrera musical se extendió por más de cincuenta años, publicando treinta álbumes y siendo una de las máximas representantes de la sesentera ola yé-yé.

Como modelo, fue musa de moditas como Paco Rabanne y André Courrèges. En el cine, protagonizó películas como ‘Un castillo de Suecia’, ‘¿Qué tal, Pussycat?’ o ‘Grand Prix’, entre otras.

Hardy, que sufría cáncer de laringe y cervical era partidaria de la eutanasia, cuya regularización defendió públicamente. Los efectos secundarios de la radioterapia y de la inmunoterapia hicieron que sus días «fueran un infierno», según declaró.